Yo tengo la convicción que el estado Aragua tiene una maldición política que ha poseído históricamente a cuanto gobernador, alcalde, diputado, concejal y hasta los porteros de las instancias públicas de nuestro estado. Desde 1989, hasta la actualidad, Aragua ha sido gobernada por la “izquierda”, siendo el único estado, creo, con esas características; sin embargo este territorio, y de manera especial su capital, son un gran monumento a la ineficacia y a la corrupción. ¡Preferimos una derecha eficaz a una izquierda corrupta!
Recuerdo que cuando Tablante asumió el poder en 1989 se comprometió a luchar contra la corrupción, y ya sabemos en qué paró todo. Después llegó Didalco, quien estuvo cuatro periodos en el poder, prometiendo justicia contra la corrupción de Tablante, y también sabemos lo que pasó. Hace poco llegó Rafael Isea, y al tomar el poder saco más de 40 delitos de corrupción contra Didalco, lo cual obligó a éste a salir del país. Poco tiempo después Didalco regresa al país porque él tenía una ”pruebas irrefutables” de corrupción contra Ismael García, y llega al país como un “héroe” y es recibido por los medios del sistema público donde promete llevar a la cárcel y hasta las últimas consecuencias sus denuncias. De manera sorpresiva, quien llegó a ser uno de los gobernadores más detestables por el pueblo aragüeño comienza a aparecer en actos del gobierno, e incluso, muy cerca del presidente Chávez. El gobernador Isea tuvo que meterse las “denuncias irrefutables” contra Didalco de corrupción por donde no le pega el sol y aquí no ha pasado nada.
Curiosamente Isea no es propuesto para ser reelecto como gobernador, Chávez escuchó el clamor popular en contra de una gestión ineficaz y corrupta, de tal magnitud que no tuvo el apoyo para otro periodo. Allí aparece Tarek el Aisami como el candidato a la gobernación y el pueblo votó masivamente por él. Curiosamente el nuevo gobernador no ha dicho nada de su antecesor y uno podría tener por lo menos dos respuestas: no dice nada porque tuvo una buena gestión, lo cual no cuadra porque lo hubiesen reelecto; o que “entre bomberos no nos pisamos la manguera”. Yo opto por esta última posibilidad. La única manera de que alguien inicie una investigación contra Isea es que Isea salga hablando mal del gobierno para que inmediatamente las jauría y guardianes de la ética revolucionaria salten a sacarle hasta los caramelos que robo cuando niño de la bata de la abuela.
Acabo de ver con asombro, sin embargo, como el recién electo gobernador Tarek el Aisami convoca una rueda de prensa para denunciar al diputado Richard Mardo por actos de corrupción. Yo no estoy en contra de eso, sino en contra de ver “la paja en el ojo ajeno y no la viga que se tiene en el propio”. ¿Qué pasó con las denuncias contras Didalco? ¿Por qué no se denuncia a Isea? Además estoy seguro que lo que ha recibido Mardo no representa ni el 00. 8% de lo que Isea se embolsilló.
Yo me pregunto ¿es que los diputados o gobernadores o alcaldes corruptos sólo están en la oposición? Y aun no conozco a ningún funcionario del gobierno que haya sido juzgado por corrupción, sólo escucho las denuncias de corrupción contra gente de la oposición, que a la final tampoco llegan a nada, eso se queda en una sola alharaca que no pasa más de dos semanas en los medios y ya. Seguimos con el mismo problema de siempre: delitos sin delincuentes.
Yo humildemente le aconsejo a nuestro gobernador Tarek el Aisami, que se dedique a gobernar con eficacia y transparencia, que nos quite la maldición histórica que pesa sobre nuestro estado. Que no gaste energías en lo que no debe, que Maracay pasó de ser la Ciudad Jardín a la Ciudad Tarantín, que la inseguridad galopa ante los ojos de la policía y necesitamos de una vez por todas sacudirnos de esta maldición política, la cual esperamos Ud. no la alimente más. Dele ese regalo al comandante Chávez y haga del Estado Aragua un territorio donde la revolución no se oiga a través de discursos, sino a través de hechos concretos que griten tan fuerte que se dejen oir a lo largo y ancho de nuestro querido estado.