Oposición  desconoce resultados electorales
                                                                     16-04-2013

     Los resultados electorales del pasado domingo en Venezuela donde Nicolás Maduro obtuvo un triunfo por 272.860 votos completamente verificados y auditados, ha hecho que la oposición venezolana interprete esta coyuntura como la más  propicia para crear situaciones de violencia y desestabilización en el país. En catorce años, esta es la primera vez que la oposición es derrotada en elecciones presidenciales con un margen tan estrecho entre los candidatos, y ellos interpretan que perder por pocos votos es sinónimo de fraude. El sistema electoral venezolano es considerado uno de los más confiables del mundo por políticos, personalidades y observadores extranjeros que por más de 14 años han participado en las elecciones venezolanas. El mismo Jimmy Carter lo ha calificado como el ”mejor del mundo”, ya que nuestro sistema electoral se audita antes, durante y después del proceso con la participación de miembros de los diversos partidos que participan en la contienda electoral.

     La realidad es que los resultados nadie se los esperaba en estas proporciones, todas las encuestas se equivocaron en cuanto a los porcentajes que atribuían a cada candidato, aunque casi todas coincidieron en que Maduro sería el favorecido. En 14 años de elecciones en el país la oposición no ha presentado ni una sola prueba convincente que respalde las constantes denuncias que por más de una década han venido vociferando elección tras elección, al contrario este mismo sistema que ellos cuestionan y difaman es el que les ha dado gobernadores, diputados electos, e incluso la posibilidad de convocar un referéndum al presidente Chávez. En otras palabras cuando el sistema electoral ha dicho que el pueblo los ha favorecido en las urnas, guardan silencio, pero cuando el mismo sistema dicen que no lo han sido lo acusan de fraudulento y no confiable. Capriles se niega a reconocer los resultados solicitando que se cuenten los votos uno a uno como que si el sistema venezolano fuera manual y no automatizado. Es como que si usáramos una hoja Excel para hacer una operación matemática y si no me gustan los resultados entonces decido hacerla cifra por cifra en una hoja de papel, porque así es más seguro y confiable.

     Ayer seguidores de la oposición salieron a las calles en diversos estados del país y generaron actos vandálicos y de violencia, hubo muertos en algunos estados, heridos en otros, y constantes asedios a viviendas donde residen funcionarios públicos, incluyendo la de rectora Tibisay Lucena. Algunos Centros de Salud han sido incendiados en varios estados, líderes populares atacados y todo esto alimentado por un odio que inoculado por los medios de comunicación social y operadores políticos que usan las redes sociales para incentivar  la desestabilización política a través de montajes y mentiras. 

     Vemos con preocupación las reiteradas invitaciones que los líderes opositores hacen a sus seguidores de salir a la calle a “defender su voto”, porque en verdad lo que desean es generar un clima de violencia que les permita asirse del poder como ya lo hicieron en el 2002. Los afectos al gobierno se mantienen en una relativa calma, pero de continuar estas actitudes y comportamientos de confrontación fomentadas desde el liderazgo opositor, el desenlace es impredecible. 

     Es lamentable que grupos e individuos que se llaman cristianos fomenten un terrorismo religioso por las redes sociales en contra de los resultados y llamando a desconocer los mismos, por medio de mensajes apocalípticos y manipuladores: profetas y apóstoles que Dios les dijo que Capriles ganó, que “Dios mató a Chávez para que Capriles ganara”, etc, etc. Y un pastor venezolano que vive en los EE.UU, quien está promoviendo por las redes sociales solicitar la intervención de la Casa Blanca para que presione al Consejo Nacional Electoral para que cuente voto a voto.

     La realidad es que Maduro ganó las elecciones con un margen estrecho, pero sin lugar a dudas en el marco de la legalidad, lo cual constitucionalmente lo convierte en el presidente electo por la mayoría. Entendemos la frustración de quienes pensaron que podían obtener la victoria pero no fue así y hay que aceptar la decisión popular a pesar del estrecho margen, porque así está establecido en nuestra Constitución. Esperamos que la cordura regrese al país y de manera especial a los líderes de la oposición que están obsesionados por generar inestabilidad política, de la misma manera pedimos al mundo ecuménico del continente estar atento a lo que pueda pasar en Venezuela. ¡Dios nos ayude!