El aroma de la cocina condimenta la casa que persigue tu inquieta presencia de múltiples y agitados quehaceres nacidos desde el alba para ocupar tu agenda cotidiana.
No faltaba el plato de más en la mesa para el visitante inesperado, pero siempre bienvenido. Juntos entre sorbo y sorbo reviviendo aquellos antaño recuerdos que aun palpitan en la memoria de quien creció en la amistad con ríos, árboles, pájaros, agua de lluvia y tierra mojada.
Tu sonrisa refrescante, tu mirada aleccionadora, tu voz que lo calma todo, tu humor a flor de piel. Tu presencia combativa aparecen y sorprenden en cada recuerdo que cruzo en cada sentimiento que vuela en cada planta que reverdece en cada ave que danza.
Te hiciste aire lluvia helecho jagüey montaña zaranda tierra.
Te hiciste universo mamá.