Danzan bajo la armonía del terror cotidiano, al compás de la mirada de los tricolores verticales, que cierran y abren sus parpados: rojos, amarillos,verdes testigos violentados por el baile macabro desde la alborada hasta el alba de una oda anárquica.
Performance de zigs-zags siniestros, acelerador de ritmos cardiacos, generador de sudores en cascadas, apresuran los pasos de los caminantes y reseca los fluidos salivales.
¡Cada persona una víctima! ¡Cada sonido una angustia! ¡Cada calle un cementerio! ¡Cada esquina un teatro! ¡Cada día una obra!
¡Baja el telón y otra vida sale del escenario!