A MANERA DE INTRODUCCIÓN
¿Qué está pasando en Venezuela? Esta pregunta retumba en la mente de cada habitante de la tierra de Bolívar, sin encontrar una respuesta que la satisfaga plenamente. La realidad venezolana despierta, no sólo en quienes la respiramos diariamente, sino también en toda América Latina, múltiples inquietudes que producen preocupación, angustia y desesperación.
Qué situación tan extraña para la iglesia cristiana, que había estado acostumbrada a ver desde lejos situaciones similares en otras partes del continente, tales como las vividas en Nicaragua, Guatemala, El Salvador, lugares donde cristianos, en muchos casos, asumieron papeles protagónicos[3], los cuales se juzgaron ingenuamente desde las filas de la iglesia en Venezuela. Y ahora es ella la que se encuentra en medio de una coyuntura que no es fácil enfrentar.
¿Cuál debe ser el papel de la iglesia en Venezuela? ¿Qué actitud asumir ante el rostro que el país presenta? Si hoy se nos hace complejo determinar el papel de la iglesia, la razón es sencilla: para la mayoría de la iglesia cristiana, pocas veces, ha sido prioridad reflexionar sobre la fe a partir de su realidad. La alienación teológica de la cual hemos sido objetos nos ha enseñado que los acontecimientos en al ámbito social y político no tiene nada que ver con nuestra fe en Cristo. Forzosamente la situación actual la está obligando, casi a empujones, a cambiar de actitud: bien sea a estar a favor del proceso liderizado por el presidente, o a estar en contra de la llamada Revolución Bolivariana. Es casi imposible en este momento no tomar partido, aún para los cristianos, que han creído que se puede ser neutral. Ante esta disyuntiva socio política que vive el país, y de la cual los cristianos no estamos exentos: ¿cuál debe ser la posición de la iglesia cristiana? ¿Bajo cuales criterios debe asumir una postura?[4]
CONSIDERACIONES PRELIMINARES
Dios no esta callado y se
mueve en nuestra historia. Dios no está ausente
de los acontecimientos que vivimos en el país. El hecho de no ser capaces de
discernir por dónde se mueve, no implica que no esté. Por eso es tarea de la iglesia aprender a discernir a
Dios en medio de los complejos procesos por los que pasa la nación. ¡Tarea nada
fácil, pero imperativa! si es que realmente queremos ser fieles seguidores y
seguidoras de Jesús. Leer los signos de los tiempos con los ojos del Evangelio
para juzgar la presencia activa de
Dios, facilita la tarea profética como
pueblo de Dios: Anunciar
La iglesia no está en la obligación de seguir a ninguna persona, excepto a la persona de Jesús. En este sentido ante cualquier calificativo, que están muy de moda en la actualidad, quienes seguimos a Jesús, somos por naturaleza y convicción cristianos y cristianas, único calificativo que aceptamos y asumimos por encima de cualquier otro. Todo lo demás quedará bajo la subordinación de esta realidad de vida que como personas hemos abrazado, y por la cual hemos optado. Entender esto, permite abrir una posibilidad más ante las dos expuestas anteriormente. En palabras sencillas, no tenemos porque ser “oficialistas” o “antioficialistas”. Cuando nos apropiamos de uno de estos calificativos perdemos la capacidad de juzgar como cristianos desde la fe, porque llegamos a ser sectarios, y pudiéramos estar avalando actitudes y acciones que no compartimos del todo como seguidores de Jesús. Ya hemos dicho que somos cristianos y cristianas, y eso no se negocia ni se subordina a ninguna ideología o proyecto político.
El Reino de Dios comienza aquí y ahora: Dios tiene un proyecto de Vida para toda la humanidad cuyo mayor exponente fue el mismo Jesús, quien con su presencia inaugura de manera formal la presencia del Reino entre nosotros/as. Por eso la nueva interrogante que nos hacemos ahora es ¿cuáles son las propuestas de este Proceso o de la oposición que propician, coinciden o se aproximan más al proyecto del Reino de Dios del cual la iglesia es agente por excelencia, más no exclusivo? He aquí para mí lo medular del asunto, lo neurálgico de nuestras opciones. Estamos acostumbrados a decidir en base a nuestras emociones, a lo que sentimos; o sobre la base de contenidos aparentes que esconden la verdad; o sobre la base de lo que dicen los “expertos”, cuya palabra es casi incuestionable; o de criterios apocalípticos que toman notoriedad en el seno de nuestras comunidades eclesiales; hoy está de moda hacer juicios sobre la base de rumores. Rara vez, nos preguntamos si nuestras opciones de vida se parecen a la propuesta del Evangelio del Reino. Esto es muy comprensible porque la mayoría de las veces ni siquiera sabemos cual es el proyecto de Dios para la humanidad, excepto la de una idea ultramundana de salvación, que reduce y minimiza la fuerza del Evangelio.
LEER HISTORIA AL REVÉS, PARA PONER AL PAÍS AL DERECHO
Consideramos que lo sui generis de este proceso es hacer una relectura de la historia desde el reverso, y no desde la oficialidad impuesta y sostenida por quienes históricamente han detentado el poder. Estos han gobernado en función de intereses exclusivamente económicos, subordinando la vida de millones de excluidos/as a políticas deshumanizante y discriminatorias. Es la vida planteada desde la perspectiva de la opulencia, del poder, del individualismo, de la injusticia social, etc. Ahora la historia se quiere escribir al revés, desde la perspectiva del pobre, del no-persona a quien se le ha negado su dignidad, su derecho a ser gente, a quien se le ha pisoteado como portador y portadora de la imagen del creador. Asumir la vida desde esa perspectiva, por supuesto que es una “locura”, se opone a la lógica del sistema, del status quo. Releer la historia desde esa perspectiva socava las bases mismas que sustentan la organización injusta de nuestra sociedad. Esto por supuesto produce conflictos, enfrentamientos, despertares, inestabilidad, cuestionamientos. En una sola palabra: CRISIS He aquí algunos elementos que ilustran lo que implica la osadía de asumir la historia al revés.
1. La opción por los lumpen[5]: Venezuela se puede describir como un pobre país rico. Tenemos de todo y no tenemos nada. Más del 70% de la población vive en condiciones de pobreza, en un territorio que tiene reservas petroleras incalculables, además de una variedad de riquezas minerales. Todo esto para ser distribuido en una población que no llega a 25 millones. Sin embargo durante las ultimas décadas el abismo, entre el minúsculo grupo que de alguna u otra manera se ha beneficiado de las riquezas del país, a la sombra de los gobiernos que hemos tenido, se ha ido profundizando a tal punto que la brecha entre quienes tienen y quienes no tienen es criminal y demoníaca.
eran tantos los colosos que promovían la
deuda externa y la muerte, pero también las comunidades solidarias con las comunidades
más olvidadas...
eran tantos los hombres torturados en el
infierno de las cárceles, pero también las mujeres y los hombres que luchaban
por la Libertad y los Derechos Humanos...
eran tan grandes los imperios como el Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que apoyados por el Norte se
enriquecían a costa de los que decían ayudar, pero también las pequeñas
comunidades que compartían el pan de cada día a manos llenas...
eran tantos los diamantes de los
millonarios, pero también las piedras de los pobres para construir una sociedad
más justa, una Patria Grande y Libre de toda clase de opresión...
era tanto el crecimiento de estas
desigualdades e injusticias...
que un discípulo lleno de dudas y
subestimando a nuestro Pueblo exclamó:
-Y “¿de la Patria Grande puede salir algo bueno?”
El Niño recogelatas le contestó:
-“VEN Y LO VERÁS”. Mientras el Gobierno del Norte habla de paz, sigue vendiendo armas y enviando soldados a tierras que pretende dominar; en cambio, aquí las armas que tenemos son la esperanza y la perseverancia en la lucha por la justicia, la igualdad, el pan, la conciencia, la dignidad y de nuestra identidad como miembros de la Patria Grande...
Mientras los banqueros como Orlando Castro
estafan y roban a nuestra gente y luego se fugan, y una vez capturados, hacen
todo lo posible por volver no precisamente para pagar “setenta veces siete” lo
robado, sino para tener casa por cárcel, en cambio, aquí continúan los
Campesinos y los Chamos del barrio trabajando por la solidaridad y el
compartir...
Mientras los dictadores de nuestro pueblo,
como Pinochet, torturan, violan, explotan y hasta asesinan a nuestras madres,
padres, hermanas e hijos y buscan quedar impunes de todos sus crímenes, aquí
continúan los Rotos, y a ellos se unen los diferentes grupos y comunidades que
luchan sin tregua y cada día con más fuerzas por los Derechos Humanos, el
Respeto y la Valoración como personas para con nuestros hermanos presos y
torturados en las cárceles que se han convertido en campos de concentración...
-“VEN Y LO VERÁS” -volvió a decir el Niño recogelatas-. Sólo tienes que vivir y hacer de esta Tierra tu tierra y hacer de sus luchas tus luchas, de su esperanza tu esperanza, de sus caídas tus caídas, de sus victorias tus victorias, de su solidaridad tu solidaridad, de su conciencia tu conciencia, de su vida tu vida...
El discípulo, convencido y con la fe puesta en estas mujeres y hombres, comunidades enteras que no desistían en su combate por la justicia, la verdad, la igualdad y la fraternidad exclamó:
-“USTEDES SON LOS HIJOS DE LA PATRIA GRANDE, USTEDES SON LOS SOLIDARIOS DEL DIOS DE LA VIDA...”
2. Rechazo al modelo neoliberal: Es posible que la mayoría de los venezolanos odiemos la economía y sus análisis fríos, llenos de cifras y porcentajes, sencillamente incomprensibles para el común de las personas. Pero hoy lo económico tiene una relevancia tal, que ha logrado subordinar todos los aspectos de la vida a los intereses del mercado. La agenda económica que está proyectada para América Latina y el mundo, es imponer un modelo neoliberal, donde los pobres están sobrando, y donde la dignidad humana se sacrifica en el altar del mercado, al cual se le rinde culto[8].
- Me enternece esa multitud, porque llevan ya varios días aquí y no tienen que llevarse a la boca; si los mando a casa en ayunas desfallecerán en el camino, pues algunos vienen de muy lejos.
Los discípulos le replicaron:
- ¿Cómo va a ser posible darle de comer a tanta gente en una tierra tan dura? Ni con doscientos millones de dólares tendríamos para ello.
-
Jesús
preguntó:
-
¿Cuántos
panes tenéis?
-
Siete – le
contestaron
Sabía Jesús que el siete es el número de la totalidad porque suma el tres, símbolo del Dios trino, con el cuatro, símbolo de los puntos cardinales que engloban la creación. Por eso mandó a las gentes que se echaran en el suelo, tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias y los fue dando a los suyos para que los distribuyeran a la multitud. Tenían además unos cuantos pececillos: los bendijo también y encargó que los distribuyeran a todos.
Pero los primeros en recibir alimento, alegaron que no iba a haber bastante para todos, porque es imposible repartir si primero no se hace producir. Argüían que era mejor que se quedarán ellos con todo lo que había, para poder sembrar de modo que los panes se multiplicaran y hubiera para todos. Pensaron después que aquellos panes multiplicados eran solo suyos, pues ellos los habían hecho crecer. Por eso se los quedaron y comenzaron a intercambiarlos entre ellos mismos. Como la multitud comenzaba a desesperarse y el hambre vuelve amenazador al hombre, decidieron convertir lo que les sobraba en armas con que poder defenderse. Y marcharon corriendo en transformar las sobras de los panes en armas disuasivas y amenazadoras.
-Cuando hubieron partido, Jesús dijo otra vez a sus discípulos:
-Recojed
los cadáveres que han quedado.
Ellos lo hicieron así. Y resultaron mil millones de hombres, sin contar las mujeres y los niños.
3. La lucha por dignificar a la mujer: ¿Quién puede negar la posición de subordinación a la que las mujeres han sido destinadas durante la historia de la humanidad? ¿Quién puede objetar que la pobreza tiene rostro de mujer? ¿Quién puede dudar de las relaciones de injusticia promovidas y sustentadas por la lógica del sistema? ¿Quién se atreve a negar la exclusión de la que son objeto este grupo humano por ser mujeres, negras o indígenas, y además pobres?
Es
notorio el desempeño que las mujeres tienen en este proceso revolucionario y la
atención que se les ha prestado, como no lo habían tenido en ningún otro
gobierno. La creación del banco de la mujer, institución cuyo principal
objetivo es ofrecer pequeños créditos a
las mujeres de la clase más baja, a fin de facilitarles la posibilidad de autofinanciarse de manera
progresiva es una muestra de esta realidad[13].
Esta institución fue creada para dar crédito a quienes el sistema imperante
jamás daría créditos. Porque los lumpen
no tienen carros ultimo modelo, quintas o edificios, tarjetas de crédito,
propiedades en Miami, o grandes extensiones de tierra, etc., para dejar en
garantía al solicitar sus préstamos. La mujeres pobres sólo tienen el deseo de
salir adelante, de acceder a la vida como cualquier persona; sólo tienen sus
manos para trabajar y su palabra para empeñar, y unos hijos que la ayudan a
regatear la vida que les han arrebatado.
¿Pero quien puede creer en la palabra de una mujer que ocupa los sótanos
de los lumpen? Pues parece que este
proceso si cree en ellas, y ya se han dado gran cantidad de minicréditos y
muchas mujeres han comenzado a revalorizar su papel en la vida y a caminar
hacia el empoderamiento y autonomía personal.
Este
banco no es consecuente con la lógica del sistema, así lo expresan las palabras
de su presidenta “un banco que no nació para acumular capital, para hacer intermediación,
que permitiera que unos pocos se hicieron cada vez más ricos y unos muchos se
hiciera cada vez más pobres, un banco que nació a principios de este siglo para
servir a las más pobres entre los pobres. ¿qué cosa tan rara, verdad?”[14]
A su vez, la participación
directa de mujeres dirigiendo ministerios, formando parte de la Asamblea
Nacional y hasta ocupando la vicepresidencia de la República, le dan a este
proceso un carácter particular en la
historia del país[15].
Ninguno de los gobiernos que han precedido a este, habían tenido tantas mujeres
al frente de tantos ministerios a la vez. Estos esfuerzos en busca de la
construcción de relaciones de equidad entre los géneros, también se hizo
expresa en la redacción de la Nueva Constitución, la cual se redactó
usando lenguaje inclusivo. El presidente lo ha resumido de la siguiente manera:
Los indígenas llevan más de 500 años sometidos a diversas expresiones de exclusión y marginación. En un primer momento por los españoles y luego por los diversos gobiernos que han dirigido al país. Los indígenas no eran considerados ciudadanos, por lo que sus derechos se limitaban a ser exhibidos como objetos folklóricos, y su dignidad como seres humanos nunca fue tema de la agenda política de ningún gobierno. Dentro del escalafón de los pobres, los indígenas eran/son los lumpen por excelencia, ocupando los estratos más bajos en la sociedad venezolana, y a quienes se les negó por décadas el derecho de ser gente.
Sin embargo, desde el mismo momento de convocarse la Asamblea Constituyente, los pueblos indígenas comenzaron a cobrar un importante papel en la sociedad venezolana, el cual les había sido negado por siglos. Estos también fueron convocados a formar parte de esta Asamblea con representantes elegidos por ellos mismos, y una vez aprobada la Nueva Constitución esta hizo visible a miles[18] de venezolanos y venezolanas que habían sido condenados al anonimato social, y cuyos derechos se violentaban sistemáticamente. Vale la pena mencionar el artículo 1 del capítulo VIII, dedicado en su totalidad a los derechos indígenas:
Se han plasmado
las bases para comenzar a construir a favor de la población indígena del país,
el marco constitucional planteado no resuelve automáticamente los diversos
problemas que la indolencia de administraciones anteriores profundizaron, pero
ciertamente suministra las herramientas jurídicas que facilitarán la reconstrucción de la vida de
estos pueblos. Domingo
Sánchez P., lo ha resumido así:
CONCLUSIÓN
Hemos estado acostumbrados a cuestionar a los gobiernos para que asuman posturas a favor de los más desposeídos, para que dicten leyes más justas y para que propicien la vida en una cultura que promueve la muerte. De cierta manera nos habíamos acostumbrados a hacer el papel opositor ante gobiernos que, a nuestro juicio, no ejercían su responsabilidad de administrar justicia a los más débiles. Pero ahora ante un proceso que, con todos sus defectos y elementos que pudieran y son cuestionables, está dando síntomas bastante claros de generar condiciones políticas y sociales a favor de los más pobres; a replantear el modelo de país que hemos tenido; a darle a los excluidos voz y participación, a hablar de justicia social; a releer la historia desde abajo, desde el reverso; a buscar modelos económicos alternativos a la lógica que quieren imponer los países industrializados, etc. Ante esta realidad nos encontramos ante un proceso que usa el lenguaje y las propuestas que por mucho tiempo como cristianos hemos enarbolado.
La vida como un don de Dios a la humanidad será al fin y al cabo el criterio por excelencia que la iglesia tendrá que asumir para hacer sus opciones en este convulsionado país. Y cuando comenzamos a optar por la vida nos damos cuenta que más del 70% de los venezolanos y venezolanas han sido destinados y destinadas a las márgenes de una sociedad excluyente y exclusiva. La iglesia, que ha asumido conscientemente el seguimiento a Jesús, está llamada a dejarse orientar por las huellas de aquel que puso el Reino de Dios al alcance de todos y todas, especialmente, los pobres con su diversidad de rostros:
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas
a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los
… Hoy se ha cumplido
esta
Escritura delante de
vosotros.[22]
La situación del país exige la presencia profética de la iglesia, y ésta tiene tres opciones. Oponerse al gobierno, visceralmente, por considerarlo “comunista y autoritario” y subordinar la fe a la Coordinadora Democrática; defender al gobierno a capa y espada y subordinar la fe al chavismo; o asumir su rol profético de anunciar la Buenas Nuevas de Salvación del Reino de Dios, promocionando y defendiendo la Vida como regalo de Dios; y denunciando todo aquello que atente contra el Reino de Dios y su justicia, subordinando toda propuesta política a la fe en Cristo Jesús. Yo opto por esta. ¡Dios nos ayude!
Notas
[1]
Todo análisis, incluyendo el de la realidad venezolana actual, es propuesto, defendido y mediatizado por nuestras opciones
de vida, intereses, prejuicios, etc, a la luz de los cuales aprobamos o desaprobamos los hechos que
percibimos y experimentamos. Esto puede ocurrir de manera consciente o
inconsciente. En este caso yo estoy consciente que mi postura ante lo que
actualmente pasa en Venezuela esta estrechamente ligada a mi interpretación del
Evangelio del Reino, que tampoco pretende ser absoluta, horizonte desde el cual
hago mi lectura de los hechos.
[2] Pastor de la Iglesia Evangélica Libre “Cristo la Roca”, profesor de teología y subdirector académico del Seminario Evangélico Asociado, en el Limón, Maracay, miembro de la Fraternidad Teológica Latinoamericana.
[4] La pregunta pudiera ser muy sencilla de responder para algunos, y muy compleja para otros. Algunos cristianos están tomando posturas sin criterios sólidos que sustenten desde la fe la opción tomada. Por ejemplo, emisoras cristianas que suspenden sus programas para transmitir las alocuciones presidenciales, sin que el Estado haya encadenado la transmisión, y luego quieren justificar su acción leyendo unos cuantos versículos de la Biblia; o quienes abiertamente adversan al gobierno por considerarlo antidemocrático y comunista, y también tienen sus textos de rigor para apoyarse. Necesitamos criterio bíblicos y serios. Esto si que es una necesidad.
[5] Emplearemos este vocablo, hecho famoso
por el Editorial de el Diario El Nacional del 14 de octubre del 2002, en el
cual se califica de Lumpen, de manera
peyorativa, a quienes marcharon a favor
del gobierno el día anterior. Lumpen
es la abreviatura de lumpenproletariat,
palabra alemana compuesta de Lump y Proletariat. Lump significa pordiosero o
mendigo, por un lado, y pícaro o bribón, por el otro. Proletariat deriva del
latín proletarius : ciudadano de la clase social y económica más baja. Aquí entenderemos por lumpen a todas aquellas personas a quienes se les han negado las
posibilidades de vivir con dignidad, y que han sido excluidas de la vida y
empujadas a vivir al margen de toda esperanza: Mujeres, indígenas, niños,
campesinos, obreros, desempleados, que no cuentan para la lógica de quienes nos
han gobernado en las ultimas décadas. También incluimos a todas aquellas
personas que, a pesar de no entrar en la categoría estricta de pobres, ven la vida con ojos de lumpen, y se solidarizan con sus sueños
y luchas.
[8] “ La modernización propuesta por nuestros gobiernos neoliberales (privatización, apertura al comercio internacional y la liberación del mercado) no es nada más que la profundización del mercado, el cual tiene acceso desde las papas fritas norteamericanas hasta los carros importados de 300 mil dólares, pasando por la quincallería electrónica. Mientras tanto los marginales tienen derecho al cólera, dengue, hambre...es la lógica del mercado”. Jung Mo Sung, Pobreza y neoliberalismo. San Pablo. 1997. Pág. 47.
[12] José Ignacio González Faus: Lectura del Santo Evangelio neoliberal. Agenda Latinoamericana, 1999. Pág. 207.
[18] C O N I V E .Consejo Nacional Indio de
Venezuela. Los 600 delegados asistentes a la Asamblea Nacional de los Pueblos
Indígenas entre el 17 y el 18 de julio para la elección de los tres
constituyentes que representaran a los Pueblos Indígenas en la Asamblea
Nacional Constituyente, ratificó, por amplia mayoría, José Luis González, con
453 votos, Guillermo Guevara, con 456 votos y Noelí Pocaterra con 459 votos. 19 Julio 1999.
[20] El Nacional. 11 octubre 2002. Pág. C2.
[21] Domingo
Sánchez P. UNA NUEVA REALIDAD PARA LOS INDÍGENAS DE VENEZUELA.
Fundación de Estudios Indígenas (FUNDESIN) Ponencia
presentada al 3° Congreso Virtual de Arqueología y Antropología – Red NAYA –
Buenos Aires, 2002.
